Sacudida por dos grandes sismos, uno de 6.4 y 6.9 en menos de 24 horas, Taiwán pende de una amenaza de China de invadirla al estilo Ucrania si persiste en su cercanía con los Estados Unidos.
El movimiento telúrico provocó la caída de edificios, uno de ellos de tres pisos que se vino contra la calle causando destrozos, pero ello no fue óbice para que el gobierno de China continental reiterara sus amenazas, agudizadas por las recientes declaraciones de Joe Biden en el sentido de que fuerzas estadounidenses defenderán a Taiwán en caso de una invasión.
Lejos aún de solventarse la situación de Ucrania, el mundo observa ahora el recrudecimiento de las fisuras entre Taipei y Beijing, agudizadas por el “No tenemos miedo” de Taiwán al gobierno de Xi Jinping.