Como cualquier otra fruta, la granada es una buena opción incluirlas en nuestra dieta. Tal como cuenta la dietologa Juana Mª González Prada tiene un 4% de fibra y un 78% de agua. Además, es muy rica en potasio y baja en sodio y es buena fuente de vitamina K, ácido fólico y vitamina C. «Cabe destacar que contiene una cantidad importante de polifenoles con efectos reseñables sobre la salud», añade la experta en nutrición.
«Los responsables de los efectos sobre la salud son flavonoides y otros polifenoles que actúan de manera sinérgica potenciando su acción en la salud. El consumo de granada ofrece efectos beneficiosos para la salud por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antisépticas, cardioprotectoras, antidegenerativas y antihipertensivas».
Un estudio de la Universidad Queen Margaret, en Edimburgo, demuestra que la ingesta de esta fruta durante dos semanas sube hasta un 30% el nivel de testosterona. En los varones aumenta el vello facial y la voz se hace más grave. En las mujeres se fortalecen los huesos y los músculos. En ambos sexos mejora el estado de ánimo y de la memoria, y se reduce la hormona del estrés.
En Venezuela crece espontáneamente en terrenos baldíos y se cultiva en jardines como ornamental y frutal. La granada es una fruta agradable, de sabor ligeramente ácida y astringente. Al abrirla encontramos las semillas, como granos de maíz, recubiertos de la pulpa de color rojo granate, de allí su nombre de granada
