Vierne5 / Félix Reyes. No solo es que esperan a que los otros organismos
cometan sus tropelías: Contraloría, Fiscalía, DGSIM, TSJ, tribunales ordinarios
que persiguen a quienes se ordena que persigan, gobernaciones, prefecturas y
hasta colectivos, sino que ellos mismos, en el CNE, aguardan toda clase de
instrucciones del gobierno y el Psuv, que es lo mismo, para luego decir que el
sistema electoral venezolano es el más moderno del mundo.
De esa consideración y no de otra es la que uno puede llegar concluir cuando
se entera de que a una solicitud de fijar fecha, el Consejo Nacional Electoral
haya contestado que, para dar curso al procedimiento de revocatorio
presidencial, era necesario, además de reunir el 20 por ciento de las firmas de
cada circunscripción electoral, que esa recaudación de firmas se hiciera este
miércoles y solo con doce horas de tiempo. Sólo doce horas, en un miércoles, y
atravesándole toda clase de obstáculos.
Y el CNE había violentado las disposiciones constitucionales sobre la materia al
obligar a que se recaudara el veinte por ciento de las firmas en cada una de las
entidades del país y no el veinte por ciento nacional que privaba sobre la
materia. A alguien en el gobierno se le ocurrió que no era de ponerle tan
fáciles las cosas a la población y el CNE concurrió sumisamente a
complacerlos.
Nole basta a un CNE la grosera utilización de los recursos públicos para
acarrear, voluntariamente o no, a los ciudadanos a votar por quienes ellos
quieran. No les basta humillarlos con las promesas incumplidas o no de unas
bolsas que se usan como recurso para obligar al sufragio a inmensas mayorías
depauperadas y envilecidas de un país del que escapan por miles sus
ciudadanos buscando aunque se un poquito de vida mejor. No le basta a un
CNE ver como inhabilitan candidatos, como persiguen y encarcelan a otros, y
como amenazan a terceros con procesarlos si acaso se presentan con alguna
posibilidad de triunfo.
No le basta a un CNE que le digan que le pedirán la lista de quienes firmen la
solicitud del revocatorio y que desde ese CNE no digan ni una sola palabra por
lo menos para mantener algo de moral, una presunción de moral y de
honestidad que todos debiéramos tener respecto a esa institución.
No le basta al CNE la multitud de abusos que incluyen arrestos arbitrarios y
hostigamiento de actores políticos y de la sociedad civil, criminalización de las
opiniones y de las actividades de los partidos de oposición, de prohibición de
candidatos de todo el espectro político, de manipulación de las listas de
votantes, de censura persistente a los medios, de anulación de resultados
desfavorables para el partido gobernante y otras medidas autoritarias que todo
el mundo ha denunciado y que todo el mundo sabe.
No le basta al CNE eso, y como nada le hace mella a su dignidad, entonces
coloca como colofón que las firmas se recojan en las condiciones más adversas
al ciudadano, como para que nadie fuera, como en realidad ocurrió.
¿No le basta al CNE esto aunque fuera para pegar un débil, un solo grito de
protesta para que creamos que al menos tiene un poquito de respeto por sí
mismo?
