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El presidente electo reafirma su compromiso de regresar a Caracas el 10 de enero para asumir el cargo y llama a los venezolanos a estar listos para el cambio inminente.
El líder opositor y presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, ha declarado estar «moralmente preparado» ante la posibilidad de una eventual detención a su regreso al país. En una entrevista concedida a la Agencia EFE, González Urrutia expresó su determinación de regresar a Caracas el próximo 10 de enero para tomar posesión del cargo que, asegura, le otorgó el pueblo venezolano en las elecciones del pasado 28 de julio.
«Lo que no tengo es boleto todavía, pero mi plan es estar allí. Los planes están en regresar a Caracas para el 10 de enero y tomar posesión del cargo ese día», afirmó el exdiplomático, mostrando su firme intención de enfrentar los desafíos que se presenten. Aunque confía en que no será detenido, reconoce que la situación no será fácil: «Habrá un pulso, una tensión. Lo recomendable para el país sería la salida de Nicolás Maduro, por la salud de todos los venezolanos».
González Urrutia enfatizó la importancia de una transición que incluya a todos los sectores de la sociedad venezolana. «Habrá una transición en donde las bases populares puedan tener un espacio y que el chavismo pueda encontrar un lugar. El chavismo es una fuerza política que va a permanecer en el país», señaló durante su conversación con Miguel Ángel Oliver, presidente de la Agencia EFE.
El presidente electo también reflexionó sobre el papel de las Fuerzas Armadas en la actual crisis política. «Podría decirse que tal vez la cúpula del Ejército pueda estar manteniendo la estabilidad del régimen, pero la base y los puntos medios de las Fuerzas Armadas son el reflejo de la sociedad venezolana», explicó. Subrayó que los militares de rangos inferiores están sufriendo las mismas dificultades que el resto de la población, como la inflación descontrolada y las deficiencias en el sistema de salud. «Esas mismas situaciones las están pasando ellos», añadió.
Por su parte, la líder opositora María Corina Machado hizo un llamado a los venezolanos a estar preparados para actuar cuando llegue el momento crucial. «Debemos estar listos para hacer lo que corresponda cuando llegue el momento», instó Machado, reafirmando su compromiso con la lucha democrática y respaldando el retorno de González Urrutia al país.
El optimismo cauteloso de González Urrutia se ve respaldado por señales positivas desde la comunidad internacional. Fuentes de la Casa Blanca han indicado que la administración de Joe Biden confía en que habrá una transición política el 10 de enero, lo que podría facilitar el camino para que el presidente electo asuma sus funciones. Este apoyo internacional es visto como un factor clave para fortalecer la legitimidad de González Urrutia y presionar al régimen de Maduro.
«Estoy moralmente preparado para lo que pueda suceder», reiteró González Urrutia, mostrando su disposición a enfrentar los riesgos en aras de restablecer la democracia en Venezuela. Su regreso y posible juramentación en Caracas representan un momento decisivo para el país, que podría marcar el inicio de una nueva etapa tras años de crisis política, económica y social.
La expectativa crece entre los venezolanos, tanto dentro como fuera del país, que anhelan un cambio real y duradero. El compromiso de líderes como Edmundo González Urrutia y María Corina Machado alimenta la esperanza de que es posible superar los obstáculos y construir un futuro mejor para todos.
Mientras se acerca la fecha clave del 10 de enero, la tensión aumenta y el mundo observa atentamente. La determinación del presidente electo y el respaldo de la comunidad internacional podrían ser determinantes para el desenlace de esta compleja situación. Lo que está claro es que Venezuela se encuentra en un punto de inflexión, y sus ciudadanos están llamados a ser protagonistas en la construcción de su destino.
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