Vierne5. / Editorial.
«Diosdado Cabello acusa a un magnate zuliano de conspirar, pero ¿es esto realmente una cuestión política o un ataque por dinero?»
El 23 de noviembre, el régimen de Nicolás Maduro lanzó una nueva acusación de «conspiración» que ha sacudido al estado Zulia y al mundo empresarial venezolano. Esta vez, el señalado es José Enrique Rincón, un empresario prominente y dueño del Grupo Lamar, la mayor empresa productora y exportadora de camarones en Venezuela. Según Diosdado Cabello, Rincón estaría vinculado a un supuesto golpe de Estado en complicidad con figuras opositoras como María Corina Machado, Tomás Guanipa e Iván Simonovis.
El contexto del ataque
Es curioso, por decir lo menos, que en un país donde la represión y los señalamientos son el pan de cada día, las acusaciones contra un empresario de éxito surjan justo cuando el régimen enfrenta una crisis económica y fiscal sin precedentes. El Grupo Lamar genera uno de los mayores aportes al Producto Interno Bruto (PIB) del estado Zulia, una región clave en la economía nacional. ¿Será que el verdadero objetivo de estas acusaciones no es político, sino financiero?
El silencio empresarial
Algo que llama poderosamente la atención es la falta de una posición oficial por parte del gremio empresarial venezolano. ¿Dónde está Fedecámaras? ¿Dónde están los líderes empresariales de la región que deberían alzar la voz en defensa de uno de los suyos? Este mutismo no solo es preocupante, sino que también envía un mensaje de sumisión y temor ante un régimen que no duda en usar las instituciones del Estado como armas para amedrentar y apropiarse de recursos ajenos.
¿Conspiración o confiscar recursos?
El historial del gobierno de Maduro y su círculo cercano está plagado de actos de confiscación y apropiación indebida bajo diversas excusas. Las acusaciones de conspiración contra Rincón tienen todas las características de una estrategia conocida: el pretexto político para tomar el control de activos estratégicos y sostener la maltrecha economía del régimen.
La sombra de lo oscuro
La narrativa del régimen nunca deja de ser oscura y turbia. ¿Qué pruebas reales existen de la supuesta conspiración? ¿Qué hay detrás de los señalamientos? Lo que queda claro es que la opacidad y la arbitrariedad son el común denominador. El gobierno, lejos de generar confianza, alimenta la percepción de que está dispuesto a destruir cualquier iniciativa productiva con tal de engrosar sus arcas.
Un llamado al gremio empresarial y a la comunidad internacional
La detención de José Enrique Rincón y las acusaciones en su contra deben ser vistas como un grave ataque, no solo a la oposición, sino también a la libertad empresarial y al desarrollo económico del país. El silencio no puede ser la respuesta. El gremio empresarial debe actuar con urgencia para proteger a uno de sus miembros más destacados, mientras que la comunidad internacional debe redoblar esfuerzos para denunciar estas prácticas que no son más que una extensión del abuso de poder.
José Enrique Rincón no solo enfrenta un ataque personal; enfrenta el peso de un régimen que ha demostrado ser enemigo de la libertad, la justicia y el progreso. Esta es una batalla que no puede librar solo. Si algo nos ha enseñado la historia reciente de Venezuela, es que el silencio nunca ha sido el camino hacia la libertad.
Victor Julio Escalona
Editor.