Vierne5. La aplastante victoria del hijo del dictador Ferdinand Marcos, en
Filipinas, ha dado inicio a un terremoto político en este país que pensaba haber
superado algunos de los trances más dramáticos de su historia.
Ferdinand Marcos Jr., conocido como Bongbong, arrasó en las elecciones del
lunes pasado y aún cuando se cree que los resultados definitivos solo se
obtendrán en semanas, las cifras fueron tan apabullantes que ya nadie duda
de su triunfo.
El acenso de Bonbong supone, para observadores internacionales, la vuelta al
poder de una corrupta dinastía, mientras siguen las incógnitas y el
desconcierto en torno a las verdaderas políticas del futuro presidente.
Marcos Jr. Tiene consigo una indiscutible victoria con casi 31 millones de votos
a su favor, más del 50 por ciento de los apoyos-, según el recuento provisional
difundido por la Comisión Electoral (Comelec).
A la espera de los resultados definitivos, Marcos Jr. agradeció a los miles de
trabajadores, voluntarios y líderes políticos por haber creído en su mensaje de
unidad en un video publicado en su perfil de Facebook.
La victoria parece irreversible. Bongbong Marcos logró más del doble de
apoyos que la candidata Leni Robredo, que con más de 14 millones ha
aglutinado la oposición al hijo del dictador en una candidatura que movilizó al
electorado progresista con multitudinarias y coloridas marchas.
Robredo, de 58 años, no ha aceptado oficialmente la derrota y ha manifestado
en un comunicado que un movimiento ha nacido y no va a desaparecer con el
recuento final de los votos.
