Vierne5./ Editorial.
Distracciones inútiles no borrarán la verdad que las actas reflejan.
Enhorabuena por las diligencias de Edmundo González Urrutia. Con cada paso que da, el auténtico resultado de las elecciones del 28 de julio se afianza más en la mente y corazón de los venezolanos y del mundo.
Hoy, muy pocos dudan sobre quién fue realmente el vencedor, y lo más irónico es que ni siquiera Nicolás Maduro lo duda. Esa certeza le quema, lo desvela y, por eso, pelea con «Raimundo y todo Edmundo», buscando desviar la atención hacia riñas y conflictos que nada tienen que ver con su aplastante derrota.
Pero, no lo logrará. Las distracciones ni los montajes, ni los ataques podrán borrar la verdad que quedó reflejada en esas actas. La sombra de su fraude, esa que se niega a aceptar, lo perseguirá hasta el final de sus días. Desde los pequeños rincones de las mesas de votación hasta las grandes salas diplomáticas del mundo, Maduro no podrá zafarse de este peso. Hasta el presidente español, Pedro Sánchez, le ha recordado públicamente la necesidad de transparencia y de mostrar esas actas que tanto esconde.
FFM-ONU: Nuevo golpe a la pandilla
Hoy todos debemos estar atentos. En Ginebra, la Misión de Determinación de los Hechos de Naciones Unidas para Venezuela (FFM-ONU), presentará su informe, y será otro golpe a la ya tambaleante estructura madurista. Este informe no solo detallará las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, sino que pondrá en evidencia el agravamiento de la represión tras la derrota electoral. La pandilla de Maduro no podrá eludir este nuevo chaparrón que se avecina.
Lo hemos dicho antes y lo repetimos hoy: Prohibido olvidar. Las actas y la verdad que representan no desaparecerán, y con ellas, la justa voluntad del pueblo venezolano que Maduro intentó arrebatar.
Victor Julio Escalona
Editor./