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Esta pequeña nación soberana, súper rica en petróleo del Medio Oriente y oficialmente Estado de Catar o «Qatar» (según la nomenclatura de la ONU), viene superando en los últimos años a Luxemburgo como el líder del índice de paridad del poder adquisitivo más alto «per cápita» del mundo, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Según los datos del FMI, el poder adquisitivo (PPA) por habitante de Qatar se situó en $130.475 en 2019, a $135.620 (€120.865) per cápita en 2020.
Qatar ha afrontado sanciones y aislamiento internacional desde el año 2017, cuando el bloque de países conformado por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto, Maldivas, Mauritania, Senegal, Yibuti, Comoras, Jordania, el gobierno de Libia con sede en Tobruk y el gobierno de Yemen liderado por Hadi rompieron relaciones diplomáticas con Qatar y prohibieron que los aviones y buques de Qatar utilicen su espacio aéreo y rutas marítimas, mientras que Arabia Saudita bloqueó el único cruce terrestre disponible. Entre las demandas que los saudíes le hicieron a Qatar, si deseaban evitar la hostilidad económica y el embargo regional, destacan la congelación de la cooperación estratégica con Irán y el cierre de la televisora al-Jazeera, señala Patrick Wintour (2017).
En los últimos años, la situación de Venezuela ha sido clave para Qatar, que busca nuevas rutas y mercados que le permitan darle respuesta al embargo regional que, desde 2017, enfrenta. Las riquezas de Venezuela, que no solo son materiales y minerales, sino también culturales, la hacen un atractivo destino para inversionistas que, durante años, han esperado mejores incentivos y mayores garantías de seguridad jurídica; no se considera a Venezuela un buen destino para invertir, debido a las negativas percepciones sobre el país, la falta de confianza en las instituciones y el temor a las expropiaciones.
No debe ignorarse que, la actual coyuntura también exige que la administración venezolana disponga de mecanismos para estimular el acercamiento cultural y económico con pueblos que han tenido menor interacción histórica con Venezuela, más allá del interés que estos muestren en la nación sudamericana. Venezuela tiene que promover su cultura e historia en estos países.
Con Qatar, Venezuela sostiene relaciones diplomáticas muy estrechas al mas alto nivel con el país de Oriente Medio, bajo el respeto mutuo, solidaridad y cooperación, en beneficio de sus pueblos, y en arás de preservar su soberanía y autodeterminación.