Vierne5 / El Canal de Panamá está atravesando la peor crisis de su historia: se está quedando sin agua por una sequía brutal que ya dura varios años, y eso está afectando seriamente al transporte.
Los buques portacontenedores ya se ven obligados a reducir su peso y pagar más tarifas para cruzarlo. Las autoridades se han declarado en emergencia.
A partir del 9 de julio en el Canal de Panamá se iniciaron nuevas restricciones en el calado y carga de los buques, que ya se aplicaba desde abril a las naves de tipo neopanamax.
Ahora, los buques de clase panamax, que son los más pequeños y que pasan por las antiguas esclusas, también se verán afectados con la medida debido al bajo nivel de los embalses que abastecen la vía interoceánica.
El Canal es una de las infraestructuras que más impacto generado a la economía en el siglo pasado. Es un enlace clave entre dos océanos y también la ruta más corta entre ellos, lo que ha facilitado durante décadas los envíos de mercancías por barco. Por él pasa casi el 6 por ciento del comercio mundial, lo que se traduce en más de 12 mil barcos cruzando cada año para llevar carga a más de 160 países.
Pero la gloria de este enclave estratégico que comunica los dos mayores océanos del mundo, no durará para siempre porque está atravesando la peor crisis de su historia: se está quedando sin agua por una sequía por la espantosa sequía, y eso no trae buenos presagios.
Ya en 2019 la región registró una reducción del 20 por ciento de lluvias en comparación a la media, convirtiéndose en el quinto año más seco desde los años 50. Desde entonces, las autoridades han recortado la cuota de barcos que lo cruzan con el fin de ahorrar agua, a la par que han restringido el calado límite de los barcos.
Sin embargo, desde entonces no han cambiado las cosas. Las precipitaciones fueron este año menos del 50 po ciento de lo normal de febrero a abril, según la publicación Everstream Analytics.
Y los lagos que lo alimentan están registrando niveles muy bajos. Se prevé que el lago Gatún, el más grande de los que aportan agua al canal, alcance mínimos históricos este mes de julio. Todo eso ha llevado a que se aplique un protocolo de tarifas de tránsito y restricciones de peso que se activan a medida que empeoran las condiciones de sequía.
Lo más importante es que los buques más grandes deberán disminuir su calado; es decir, la profundidad a la que se sumergen en el agua, lo que significa transportar menos carga o reducir el peso de sus cargamentos. Tal y como se indica en un artículo de Bloomberg, a partir del 24 de mayo se comenzaron a permitir solo calados de hasta 13,56 metros a los buques Neo-Panamax (barcos grandes como buques portacontenedores, transportadores de gas licuado de petróleo o graneles secos).
Eso podría traducirse en un 40 por ciento menos de carga en algunos barcos, según Nathan Strang, director de carga marítima de Flexport Inc., quien advierte que cualquier cuello de botella podría afectar a la industria energética de Estados Unidos y su economía, considerando las expansiones de exportación de GNL que tendrán lugar los próximos años.
- www.vierne5.com, www.radioamericave.com y radioamericave@gmail.com
