Vierne5 / Editorial.
Desde esta tribuna decimos que Maduro, fiel a sus técnicas chavistas, vuelve a exhibir su desesperación. Esta vez, con una solicitud insólita: pedir a Interpol la captura del presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia.
Con esta maniobra, Maduro pretende aferrarse a cualquier vestigio de control, intentando jugar su última carta en una estrategia de canjes y presiones que ya no engaña a nadie. Pero esta táctica no solo evidencia su falta de legitimidad, sino que expone una vez más su descaro al querer imponer su voluntad sobre la justicia internacional.
Nos resulta sorprendente y revelador el momento elegido para lanzar esta solicitud. Justo cuando Maduro pide “diálogo y entendimiento” al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el fiscal de su régimen hace pública la decisión de solicitar la detención de Edmundo González Urrutia, el líder electo y legítimo de Venezuela. Esta movida solo confirma lo que ya todos saben: Maduro busca desesperadamente legitimar su usurpación y desviar la atención de los verdaderos crímenes que ocurren en el país.
A estas alturas, Maduro debería tener claro que Interpol no es una herramienta al servicio de sus caprichos. Interpol no es el Sebin, ni el CICPC o la PNB. Ningún aeropuerto europeo ni estadounidense procederá a detener a un presidente electo solo porque lo pide quien perdió la elección. González Urrutia es visto como un símbolo de la voluntad democrática de Venezuela, y su persecución solo acentúa la ilegitimidad y el abuso de poder que reina en Caracas.
Esta absurda orden de captura es, en realidad, una confesión de la debilidad y el aislamiento en que se encuentra Maduro. Por mucho que quiera aparentar fuerza o control, la realidad es que su autoridad está quebrantada y su intento de perpetuarse en el poder carece de cualquier base democrática.
Desde esta tribuna, dejamos claro que Venezuela necesita justicia, no una dictadura disfrazada de legalidad. Mientras Maduro insiste en perseguir a líderes opositores y aferrarse al poder, el mundo sigue reconociendo a González Urrutia como el presidente elegido por los venezolanos. Que Maduro lo quiera o no, la democracia prevalecerá y las voces de quienes claman por un cambio verdadero seguirán resonando con fuerza.
Victor julio Escalona
Editor.
