Vierne5. / La Voz Del Lector.
El dictador sigue sin tocar a Trump, mientras desempolva su show con Guyana para desviar la atención

Nicolás Maduro es experto en montar farsas y crear cortinas de humo cuando siente que el suelo se le mueve bajo los pies. Y esta vez no es la excepción.
Mientras que Donald Trump lo manda a las duchas con el fin de la licencia de Chevron, Maduro no se atreve ni a rozarlo “con el pétalo de una rosa”. En cambio, finge molestia con Guyana y desempolva el tema del Esequibo, como si los venezolanos no hubieran visto esta película antes.
Cuando la oposición logró movilizar millones de votos en la primaria del 22 de octubre, Maduro sacó la carta del Esequibo para desviar la atención de la crisis interna y se embarcó en la farsa del referéndum, que terminó en un estrepitoso fracaso.
Luego, montó su circo con Irfaan Alí en San Vicente y enterró el tema. Pero ahora que Trump le cerró el grifo petrolero, reaparece la “crisis” con Guyana como una estrategia de distracción.
Maduro, calladito con Trump y escandaloso con Guyana
Si algo ha quedado claro en los últimos días, es que Maduro no quiere enfrentarse directamente con Trump.
- No se atreve a atacarlo abiertamente,
- No ha dicho ni una palabra contra la Casa Blanca,
- No ha respondido con sus habituales insultos al «imperio».
En su lugar, su propaganda intenta vender la idea de que EE.UU. se hizo daño a sí mismo con la medida contra Chevron.
Algo así como que ahora Maduro y Delcy están muy preocupados por el futuro de la economía estadounidense.
Pero a los venezolanos no se nos olvida la realidad:
¿Por qué Maduro no enfrenta a Trump?
Porque el dictador sabe que necesita a Estados Unidos para seguir oxigenando su régimen.
Si Trump de verdad aprieta las sanciones y bloquea todas las operaciones petroleras internacionales, Maduro quedará más aislado que nunca.
Así que, en lugar de atacar a Trump, recurre al viejo truco del nacionalismo, reactivando su discurso sobre el Esequibo y la supuesta “defensa de la soberanía”.
Pero la gente ya no se traga el cuento.
El Departamento de Estado le refresca la memoria a Maduro
Mientras Maduro juega al indignado con Guyana y trata de venderse como un líder soberanista, el Departamento de Estado de EE.UU. ha sido claro en señalar quién es el verdadero culpable del colapso petrolero en Venezuela:
👉 Maduro mismo.
El régimen chavista incumplió los acuerdos, y por eso se acabó la licencia de Chevron.
Por más que la dictadura trate de disfrazar la verdad con su maquinaria propagandística, los hechos son los hechos:
- Maduro violó los acuerdos de Barbados,
- No permitió condiciones democráticas reales para las elecciones,
- Persiguió a la oposición,
- Siguió con su política represiva,
- No liberó presos políticos,
- Y, por si fuera poco, intensificó su alianza con Rusia, Irán y China.
Estados Unidos no cayó en el juego de Maduro, y el Departamento de Estado dejó en claro que el responsable del fin de la licencia es la dictadura venezolana.
Un mal paso de EE.UU.: Recorte de fondos para la lucha democrática
Mientras la Casa Blanca acierta en su estrategia contra Maduro, tropieza en otro frente crucial: el apoyo a la lucha democrática en la región.
En un movimiento inexplicable, EE.UU. recortó algunos fondos de ayuda a organizaciones que defienden a los presos políticos y combaten las tiranías de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Justo cuando más lo necesitan.
Este tipo de decisiones debilitan a los opositores que luchan en condiciones adversas, mientras Maduro y Ortega siguen engordando sus aparatos represivos.
Es un grave error que favorece a las dictaduras y complica la resistencia democrática en América Latina.
El Helicoide y su cruel paradoja: ¡»Les devolvieron el agua potable» a los presos políticos!
Para cerrar con una muestra grotesca de cinismo, el chavismo anunció que los presos políticos en El Helicoide ahora tienen acceso a agua potable.
Como si eso fuera un gran avance en derechos humanos.
¡Vergonzoso!
Los prisioneros políticos en Venezuela son torturados, incomunicados, privados de atención médica y sometidos a tratos inhumanos, pero el régimen ahora pretende mostrar un gesto de “bondad” al permitirles agua potable.
Esto es una prueba más de la brutalidad y el desprecio del chavismo por los derechos humanos.
Conclusión: Maduro, atrapado entre su cinismo y su cobardía
Nicolás Maduro quiere jugar a dos bandas:
1️⃣ Hacerse el molesto con Guyana para vender la imagen de “líder nacionalista” y distraer la atención de sus fracasos.
2️⃣ Evitar enfrentarse a Trump directamente porque sabe que no puede darse el lujo de escalar el conflicto con EE.UU..
Pero el pueblo venezolano ya no se traga sus cuentos.
El régimen chavista está en su peor momento:
✅ Sin la licencia de Chevron,
✅ Sin dinero fresco,
✅ Con Trump presionando,
✅ Con la comunidad internacional observando,
✅ Y con la oposición fortalecida.
El fin del chavismo está cada vez más cerca.
Y Maduro lo sabe.
Vierne5. / La Voz Del Lector.