Vierne5/Editorial: «Superando el temor, luchando contra la manipulación y construyendo un futuro mejor para Venezuela»
En medio de la difícil situación que atraviesa Venezuela, nos encontramos ante un desafío que va más allá de los problemas económicos y sociales. Nos enfrentamos a una crisis de confianza en nuestras instituciones, y en el corazón de este sentimiento de desesperanza se encuentra el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Nosotros, los venezolanos, vemos al CNE como un enemigo al que le tememos. Pensamos que, al votar, nos roba el voto en favor del gobierno de Maduro y sus secuaces. Esa idea nos la han sembrado ellos mismos, los chavistas-maduristas, con la finalidad de que no votemos todos los que estamos en contra del gobierno. Quieren que solo salgan a votar los enchufados, mantenidos y demás parásitos que solo lo que hacen es desangrar al país.
Es comprensible que el escepticismo nos invada. Hemos sido testigos de cómo el gobierno, cuando ve que hay algún opositor que le lleva ventaja y que perderá si van a unas elecciones, termina inhabilitándolo a través de sus entes adscritos a su gobierno. Han minado nuestra confianza en el sistema y en la posibilidad de un cambio real.
Pero es hora de cambiar esa mentalidad. No podemos permitir que estos secuaces sigan desangrando al país y destruyendo nuestra patria, Venezuela. Tenemos que salir a votar en masa. Somos mayoría. Si podemos. No nos rindamos. Es hora de actuar.
Recordemos la historia del colibrí y el incendio en el bosque. En medio de la adversidad, un pequeño colibrí no se dejó vencer por la magnitud del fuego. A pesar de que parecía una tarea imposible, decidió hacer su parte, mojando sus alas y volando incansablemente para apagar el fuego. Su determinación y valentía conmovieron a los demás animales, que se unieron a su causa. Incluso los dioses, desde lo alto, respondieron con una lluvia torrencial que apagó el incendio.
Al igual que el colibrí, debemos recordar que cada uno de nosotros tiene un papel importante en la construcción de un futuro mejor para Venezuela. No importa cuán desalentadora parezca la situación, no podemos permitir que el escepticismo nos paralice. Debemos hacer nuestra parte, unirnos y luchar por el cambio que tanto anhelamos.
Es comprensible que haya desconfianza hacia el sistema electoral, pero no podemos dejar que esa desconfianza nos impida ejercer nuestro derecho al voto. Debemos exigir transparencia, hacer valer nuestra voz y trabajar para fortalecer nuestras instituciones. Solo así podremos cambiar el rumbo de nuestro país y construir un futuro en el que todos los venezolanos puedan vivir dignamente.
No es momento de rendirse. Es momento de unirnos, de creer en nuestro poder como pueblo y de luchar por la Venezuela que merecemos. Hagamos como el colibrí, seamos valientes y persistentes en nuestra búsqueda de un cambio real. Si todos hacemos nuestra parte, si todos nos levantamos y ejercemos nuestro derecho al voto, podremos superar cualquier obstáculo.
Es cierto que la desesperanza y el escepticismo han calado profundamente en nuestro corazón, pero no podemos permitir que estas emociones nos paralicen. Debemos recordar que tenemos la capacidad de generar un cambio significativo, y está en nuestras manos aprovecharla.
La historia del colibrí nos enseña que incluso las acciones más pequeñas pueden tener un impacto trascendental. Cada voto cuenta, cada voz cuenta. No dejemos que la manipulación y las artimañas políticas nos hagan dudar de nuestro poder como ciudadanos.
Es cierto que el gobierno ha utilizado sus artimañas para intentar mantenerse en el poder. Han tratado de desacreditar nuestras instituciones y de silenciar a aquellos que les hacen frente. Pero no podemos permitir que el miedo nos domine. Debemos alzar nuestra voz con valentía y determinación, exigiendo un proceso electoral justo y transparente.
Es hora de unirnos como pueblo y demostrarles que somos muchos más de los que ellos quieren admitir. Somos la mayoría silenciosa que está cansada de la corrupción, la ineptitud y la destrucción de nuestra patria. Es hora de dejar atrás la apatía y la resignación, y convertirnos en agentes de cambio.
Cada uno de nosotros tiene un rol crucial en este proceso. No importa si hemos fallado en el pasado, si hemos cometido errores o si hemos involucrado a nuestros seres queridos en situaciones difíciles. Lo importante es aprender de esas experiencias y utilizarlas como motivación para construir un futuro mejor.
Debemos ser conscientes de que el camino hacia el cambio no será fácil. Enfrentaremos obstáculos y resistencia, pero debemos perseverar. La historia nos ha enseñado que los cambios significativos requieren tiempo, esfuerzo y sacrificio. No podemos permitir que la presión nos abrume, debemos mantenernos firmes en nuestra lucha por una Venezuela próspera y libre.
Es hora de dejar de lado la desconfianza y el temor, y abrazar la esperanza y la determinación. Juntos, como un solo pueblo, podemos superar cualquier adversidad. No dejemos que el gobierno nos robe nuestro voto, nuestro poder y nuestra voz. Salgamos en masa a votar, demostrando que estamos unidos en nuestra búsqueda de un cambio verdadero.
El futuro de Venezuela está en nuestras manos. No permitamos que nos lo arrebaten. Es hora de actuar, de levantarnos con coraje y determinación. El colibrí nos enseña que no importa cuán pequeños nos sintamos, podemos marcar la diferencia. Es hora de encender la llama de la esperanza y construir juntos un país mejor.
Venezuela, no nos rindamos. Nuestro país nos necesita ahora más que nunca. Unámonos y hagamos historia.
Vierne5/ Editorial
Victor Julio Escalona
Editor
