Vierne5. / Editorial.
La Asamblea Nacional ratifica a Tarek William Saab y Alfredo Ruiz en sus cargos, en una farsa que perpetúa la impunidad y la corrupción, dejando claro que el cambio en Venezuela solo vendrá con la lucha de los ciudadanos.
La reciente ratificación de Tarek William Saab como Fiscal General y de Alfredo Ruiz como Defensor del Pueblo representa, sin duda, una de las farsas mejor orquestadas por el régimen de Nicolás Maduro y su controlada Asamblea Nacional.
Este evento, presentado como un proceso “democrático”, es en realidad un teatro político en el que el gobierno se paga y se da el vuelto. Aquí no hay renovación ni cambio, solo una continuación de la corrupción institucionalizada que ha devastado a Venezuela en los últimos años.
El proceso de evaluación de 35 candidatos para la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo no fue más que una pantalla. Todos los resultados estaban arreglados de antemano, con el único propósito de asegurar que los mismos personajes permanezcan en el poder. En esta Venezuela que Maduro y sus secuaces han creado, en la que la justicia es solo una palabra vacía, el pueblo sabe bien que esto es una pantomima burlesca que no traerá ninguna mejora real.
Desde su designación en 2017, Tarek William Saab ha encabezado una cruzada violenta contra la oposición, liderando las acusaciones y encarcelamientos de un centenar de políticos, muchos de los cuales han sido considerados presos de conciencia por organizaciones internacionales de derechos humanos. Saab no ha sido fiscal de Venezuela; ha sido el Fiscal de un régimen que necesita del terror y la represión para sostenerse. Su papel ha sido clave en la maquinaria que calla y persigue a quienes se atreven a denunciar las injusticias y exigir cambios. Este no es el fiscal que Venezuela necesita, es el fiscal que Maduro y su círculo necesitan para continuar su agenda de represión.
Lo mismo se aplica a Alfredo Ruiz, un defensor del pueblo que ha brillado más por su ausencia que por su compromiso. Como decimos en Venezuela, Ruiz ha sido otro «perro fiel» de un sistema que solo busca perpetuarse. La comisión evaluadora de estos candidatos cumplió con su rol dentro de este teatro, filtrando a aquellos que realmente podrían haber representado un cambio para Venezuela y asegurando que las fichas de Maduro queden bien amarradas.
La designación de Gustavo Vizcaíno, exdirector del Saime, como nuevo Contralor General, es otra pieza clave en esta jugada. Vizcaíno viene a liderar el despacho desde donde se ejecutan todas las inhabilitaciones políticas, como las de Henrique Capriles y María Corina Machado, y ahora tiene el poder de seguir cumpliendo órdenes para inhabilitar a cualquier político que no convenga a Maduro y sus secuaces. ¿Quién será el próximo en caer? No lo sabemos, pero lo que está claro es que Vizcaíno no está en ese cargo para velar por la transparencia o la justicia. Él, al igual que Saab y Ruiz, está ahí para servir a Maduro y a los intereses de una élite que se niega a abandonar el poder.
Con esta maniobra, el régimen ha consolidado su control sobre las instituciones clave de Venezuela, asegurando que el mismo grupo continúe manejando el país a su conveniencia. Este no es un gobierno que busca mejorar las condiciones de vida de los venezolanos; es un régimen que busca aferrarse al poder con garras y dientes. La falsa “evaluación” de candidatos, el filtro selectivo, y la ratificación de personajes oscuros y fieles son una muestra clara de que el cambio en Venezuela solo vendrá con la resistencia y el compromiso del pueblo, no con decisiones de un Parlamento chavista que solo se sirve a sí mismo.
El mensaje de esta Asamblea es claro: los mismos nombres, las mismas caras, los mismos resultados. Lo que queda para Venezuela es continuar la lucha hasta el final, hasta ver caer este sistema que ha convertido la justicia en una burla y la dignidad en una mercancía. En Vierne5, sabemos que esta pantomima no engaña a nadie y que el pueblo venezolano, tarde o temprano, encontrará la fuerza para superar esta página oscura de su historia.
La historia juzgará, y mientras tanto, seguiremos luchando. El cambio está en manos del pueblo, no en las instituciones corrompidas por un régimen que se aferra al poder.
Victor Julio Escalona
Editor.