Vierne5. / Editorial.
La lucha por la democracia en Venezuela exige valentía y acción inmediata

Frente a los gritos y montajes hilarantes de la pandilla madurista, que no por ello son menos peligrosos, resalta la estatura y decencia de Edmundo González, quien nos advierte con franqueza sobre el difícil pero obligatorio camino que transita en su exilio para hacer valer la voluntad popular expresada el pasado 28 de julio.
La verdad es que todos estamos en ese mismo camino, difícil pero ineludible. Lo está, por ejemplo, el liderazgo político que debe resguardarse del terrorismo de Estado, como María Corina Machado, Juan Pablo Guanipa y otros, y lo están también las madres de los detenidos, sometidos a todo tipo de vejámenes y torturas, víctimas de la venganza de un régimen que se niega a aceptar su derrota.
Se acusa a Delpino de traición a la patria, se detiene a extranjeros y venezolanos para recrear, en un pizarrón, una desvencijada película de conspiración que parece un «TBT» de tiempos muy lejanos. La banda de Maduro hace el camino cada vez más difícil, pero es por ahí, como dice Edmundo, por donde hay que pasar.
Ciertamente, el mundo democrático clama por el reconocimiento de los verdaderos resultados que dan por ganador a González Urrutia. Pero, como lo señala el expresidente José María Aznar, la reacción internacional no ha estado a la altura del crimen que se está perpetrando en Venezuela.
Y sin esa reacción, no habrá democratización. En consecuencia, hay que redoblar la marcha para lograrla. Para luego, es tarde.
La comunidad internacional debe entender que la crisis venezolana no es un asunto interno más, sino una violación flagrante a los principios democráticos y a los derechos humanos. No podemos esperar pasivamente a que las soluciones lleguen por sí solas. Es momento de acción, de solidaridad y de compromiso con un pueblo que ha dado muestras de resistencia y valor.
El camino es difícil, pero es el único que nos llevará a la libertad y a la reconstrucción de nuestra nación. Cada obstáculo impuesto por el régimen es una razón más para no desistir. La historia nos juzgará por nuestras acciones y omisiones en este momento crucial.
Desde esta tribuna en Vierne5, hacemos un llamado a todos los venezolanos y a la comunidad internacional a no bajar la guardia. La lucha por la democracia exige valentía, unidad y perseverancia. No podemos permitir que el silencio y la indiferencia sean cómplices de la injusticia.
Para luego, es tarde. Es ahora cuando debemos actuar, cuando debemos alzar nuestras voces y exigir el respeto a la voluntad popular. El camino puede ser arduo, pero con determinación y fe en nuestros principios, alcanzaremos la meta de una Venezuela libre y democrática.
Vierne5. / Editorial.
Victor Julio Escalona
Editor