Una Revolución Liberal…

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Vierne5: Editorial.

¡Bienvenidos todos los venezolanos! Sin importar su preferencia ideológica, ya sean izquierdistas, derechistas o del centro, Venezuela necesita de todos.

Nuestra misión es fomentar el «Republicanismo Liberal» y revivir el sentimiento nacional con el valor principal de la integridad, capaz de crear una conciencia nacional para la grandeza y desarrollo de la patria en la que podamos convivir y desarrollarnos juntos.

Los invito a dejar atrás esas rencillas dañinas. Debemos borrar esas palabras negativas y transformarlas en positivas. Despertemos, ya basta de tanto odio y acusaciones entre nosotros mismos. Todos somos venezolanos y debemos luchar por una misma causa histórica llamada «Libertad».

Desde esta tribuna, fiel a la verdad, proponemos hacer una revolución «Liberal» bajo la doctrina del «Republicanismo Liberal».

No podemos seguir esperando soluciones mágicas, mesiánicas, fáciles o partidistas. Si seguimos pensando así, nos quedaremos atascados en el lodo que nos tiene atrapados y en las nubes oscuras que no nos dejan ver el sol de la libertad.

Uno de los males que sufre nuestra Venezuela, y que todos sabemos, es la politización obligatoria en los órganos policiales, militares, la Guardia Nacional y toda la policía en general. Con carácter de emergencia, abogamos por la independencia, neutralidad y modernización de estos importantes órganos de nuestra nación.

¡Esto no aguanta más! Tenemos que actuar YA. No podemos seguir esperando intervenciones patrióticas de instituciones secuestradas por el gobierno.

Necesitamos libertad económica para poder comprar y gastar lo que queramos sin ningún tipo de imposición del gobierno. Basta ya de tanta humillación. No merecemos estar pidiendo. Queremos generar nuestros propios ingresos. El gobierno nos tiene maniatados. Necesitamos libertad.

Con libertad, nosotros los venezolanos, todos juntos, seremos los encargados de volcarnos hacia un futuro mejor. Los invito desde ya a que, unidos todos, logremos esa libertad económica que queremos, en un país donde se respeten los derechos a la propiedad y a la libertad económica.

¿Para qué queremos leyes si no tenemos la valentía de llevarlas a la práctica? Tenemos la obligación de actuar cuando veamos un acto de injusticia e impunidad. Cuando no defendemos nuestros derechos, perdemos la dignidad. No podemos quedarnos callados ante tanta injusticia. La dignidad no se negocia. Los que creen que la política como oficio es el camino para realizar los cambios en Venezuela, están muy equivocados.

La corrupción y la miseria son la consecuencia inevitable de tener políticos y gobiernos con demasiado poder sobre la economía.

Simón Bolívar dijo: «Hemos vivido dominados por el engaño», y tenía razón. En Venezuela, nos han contado siempre una historia llena de mentiras. Tenemos que luchar por tener los 3 derechos fundamentales: derecho a la vida, derecho a la libertad y derecho a la búsqueda de nuestra propia felicidad».

Desde esta tribuna, hacemos un llamado a los empresarios para que se sumen a nuestra causa «Derecho a la libertad económica y a la propiedad privada». Es hora de crear un nuevo sentido común entre todos los venezolanos, un nuevo sentido en el que la palabra e idea de «LIBERTAD» reemplace la de igualdad.

«Libertad» es lo que las leyes y la Constitución deben garantizarnos. Esto implica necesariamente limitar el poder del gobernante.

Dejemos atrás el populismo, tanto de izquierda como de derecha, que solo engaña porque secuestra la verdad, bloquea el pluralismo e impone la intolerancia. Son solo mentiras para mantenernos en la pobreza. Los populistas de izquierda y de derecha, los socialistas y comunistas, son unos mentirosos que viven engañando al pueblo con su populismo barato.

El populismo socialista ha logrado cierta igualdad entre los venezolanos, pero una igualdad en la miseria. Así no sirve. No es bueno. Es preferible ser un pobre Republicano que un pobre Socialista-Comunista. Los populistas hacen de la igualdad su gran bandera de lucha, mientras se llenan los bolsillos. Miremos la diferencia entre socialismo y republicanismo: «Los pobres de los EEUU que son republicanos viven como vive la clase media en Europa que son socialistas», ¿cuál es mejor?

Tenemos que acabar con este populismo hostil de izquierda y de derecha que está destruyendo nuestra patria. Venezuela no está destruida por quienes le han hecho mal, sino por todos aquellos que solo observan y no hacen nada. Es hora de cambiar. La pérdida de las libertades económicas creada por el populismo nos ha llevado a la destrucción de todas las demás libertades. Cuando la gente vota bajo la influencia de creencias falsas que se perciben como buenas, la democracia produce persistentemente malas políticas.

Tenemos que luchar por un sistema de libre emprendimiento y una legítima ganancia. Necesitamos reconstruir la patria. No puede ser que para unas cosas el TSJ sea bueno y para otras malo. Es necesario modificar todas las leyes que impiden el buen desarrollo del país. Vamos a refundar la nación y a encaminarla hacia una nueva transformación. Promoviendo una nueva constituyente con el fin de eliminar todos los poderes presidencialistas. No podemos seguir con este vandalismo inconstitucional imperante que opera en el TSJ como un «cáncer». Y la OEA, ONU y todos los países vecinos se hacen de la vista gorda, «los pendejos».

Es urgente reorganizar el sistema político judicial y penal de tal forma que sean poderes independientes bien definidos, sin amañamientos de ninguna especie. La democracia descansa sobre el respeto a las normas constitucionales, y el TSJ las deforma a través de interpretaciones a favor del gobierno. El triunfo de la libertad siempre ha sido obra de minorías. Pequeñas acciones pueden cambiar el mundo.

Vamos todos juntos a formar el Nuevo Ideal Nacional, bajo la doctrina del Republicanismo Liberal, y haremos una «REVOLUCIÓN LIBERAL» donde eliminaremos el populismo reinante y destructivo en nuestra patria, tanto de izquierda como de derecha.

Ya es hora de incorporar a la lucha nacional todos los sectores y gremios del país, hacerlos sentir que la lucha no es de los partidos políticos ni de cúpulas. Recordemos que la más tenue luz puede con la inmensa oscuridad, un pequeño grupo de ciudadanos INTELECTUALES, reflexivos y comprometidos, puede cambiar el mundo.

Si queremos cambiar, debemos participar todos en la batalla intelectual. El cambio está en nuestras manos…Avancemos hacia adelante, nadie puede permanecer indiferente, la lucha dependerá de todos nosotros. Quienes estén de acuerdo en colocar a nuestra NACIÓN por encima de los partidos e ideologías políticas, síganme, porque «Los tenemos rodeados».

Victor Julio Escalona.

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