Vierne5: Mientras Maduro acusa a Edmundo González de conspiraciones, la manipulación electoral sigue siendo la verdadera amenaza a la democracia
En una nueva muestra de desesperación y tácticas difamatorias, Nicolás Maduro ha lanzado acusaciones contradictorias contra Edmundo González, el candidato presidencial de la oposición, etiquetándolo alternativamente como un conspirador en un supuesto golpe de Estado, y simultáneamente como una figura débil e inexperta. Estas acusaciones no solo carecen de coherencia sino que también parecen ser un intento desesperado por desviar la atención de los verdaderos problemas que enfrenta su régimen.
La realidad es que la desestabilización no viene de la oposición, sino de dentro del propio gobierno, y específicamente de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el único ente con la capacidad real de efectuar un cambio de poder por la fuerza. Este escenario pone en una situación incómoda a la FANB, cuya integridad se ve comprometida por los juegos de poder de Maduro.
Mientras tanto, la situación se agrava con las continuas manipulaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE), liderado por Elvis Amoroso, que insiste en modificar las reglas electorales en un intento claro por inclinar la balanza a favor del régimen. Este patrón de ajustes arbitrarios al proceso electoral no es más que otra forma de golpe de Estado, uno que se ejecuta no a través de tanques y soldados, sino a través de decretos y resoluciones que socavan la voluntad popular.
En respuesta a estas maniobras, la oposición y la ciudadanía deben mantenerse vigilantes y activas. La comunidad internacional, especialmente observadores independientes y figuras políticas como el presidente colombiano Gustavo Petro, deben intensificar sus esfuerzos para garantizar una observación electoral efectiva y la preservación de la integridad del proceso electoral en Venezuela.
En estos momentos cruciales, la determinación y la resistencia son clave. Como bien lo expresó el futbolista venezolano Jhonder Cádiz, quien recientemente marcó un gol decisivo contra Ecuador, la actitud debe ser de no bajar la cabeza y seguir luchando. Solo a través de la persistencia y la lucha continua se puede esperar alcanzar una victoria significativa y duradera, que no solo cambie el curso del país sino que también restaure la fe en sus instituciones democráticas.
