En un escenario de creciente aislamiento internacional, Nicolás Maduro encuentra respaldo únicamente en los rincones más autoritarios del mundo
La figura de Nicolás Maduro en el tablero político global nunca ha estado más solitaria. A medida que las democracias de Occidente cierran filas y se alejan, el presidente venezolano ve cómo su lista de aliados se reduce a los estados más represivos y autoritarios del mundo. Vladimir Putin en Rusia, el régimen teocrático de Irán, la hermética y sanguinaria Corea del Norte y el asediado gobierno cubano, son los únicos que todavía extienden una mano a Maduro en un claro desafío a la civilidad y la estabilidad internacional.
Este aislamiento no es un accidente, sino el resultado de años de políticas destructivas, violaciones de los derechos humanos y un desprecio flagrante por las normas democráticas que han desgarrado el tejido social y económico de Venezuela. Mientras que los líderes del mundo libre expresan su condena y aplican sanciones, estos regímenes ‘bárbaros’, como son descritos en los círculos diplomáticos, continúan apoyando a Maduro, viendo en su gobierno un aliado estratégico o un peón útil en su confrontación con Occidente.
En casa, Maduro se apoya en los militares, cuya lealtad es comprada y pagada a través del miedo y la complicidad en la corrupción rampante. Esta relación simbiótica entre Maduro y los militares ha resultado en una represión intensa y brutal contra cualquier forma de disidencia, dejando a los ciudadanos comunes atrapados en un vicio de opresión y miedo.
El panorama para Maduro es sombrío. Con cada día que pasa, su gobierno se hunde más en el ostracismo, privado del apoyo y la cooperación internacional que podría aliviar la crisis humanitaria que él mismo ha exacerbado. A medida que la comunidad internacional observa, la pregunta no es si caerá, sino cuándo y a qué costo para el pueblo venezolano, que ansía cambio y recuperación. Mientras tanto, los verdaderos costos de su gobierno autoritario se hacen cada vez más evidentes, tanto dentro como fuera de las fronteras de Venezuela.
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