Habla el editor.
En un país en el que su gobierno se ufana de una supuesta reactivación
económica y que proclama que su Plan “Vuelta a la Patria” es “todo un éxito”,
la realidad lacerante es que mil 400 de sus ciudadanos cruzan a diario la
frontera buscando un destino mejor.
La cifra las aporta el Observatorio de la Diáspora Venezolana (ODV), que
coordina Tomás Páez Bravo. El experto dice que la salida de migrantes
venezolanos no se ha paralizado y que por el contrario, aumenta.
Según los últimos estudios del ODV, los últimos movimientos se están
registrando desde Latinoamérica hacia Estados Unidos y otros países dentro de
la región y Europa. “La diáspora sigue creciendo a un ritmo de más o menos
1.400 personas por día”, dijo el sociólogo.
Los datos migratorios los corrobora la Agencia de Aduanas y Protección
Fronteriza de Estados Unidos, que reveló que se ha producido un aumento de
la migración venezolana hacia su territorio en lo que va de año.
Según la CBP (por sus siglas en inglés), el promedio mensual de venezolanos
que fueron detectados cuando intentaban cruzar a pie la frontera terrestre con
Estados Unidos, se ha elevado más de 89 por ciento en 2022.
Una de las nuevas rutas de ingreso a Estados Unidos es el Darién, una densa y
peligrosísima selva en la zona limítrofe entre Colombia y Panamá, en la que
abunda la violencia, los asesinatos y las violaciones. En lo que va de 2022 la
CBP ha reportado 39 mil 841 “encuentros” con migrantes venezolanos, que
intentan acceder a territorio estadounidense por esta vía.
Recientemente la policía migratoria de Estados Unidos detuvo una caravana de
168 migrantes venezolanos que habían logrado traspasar la frontera por el
estado de Texas, en los límites del sur de México.
La noticia no se había conocido hasta ahora cuando la Oficina de Aduanas y
Protección Fronteriza informó haber interceptó a dos grandes núcleos de
migrantes venezolanos que ya estaban en territorio estadounidense.
Los agentes dijeron que el primer grupo era de 48 personas y el otro de 120,
que ya estaban en la localidad de La Paloma. Ellos dijeron que se habían
alojado en un sitio en la ciudad de Matamoros, México, del que no pudieron
ofrecer el nombre. Entre los venezolanos se encontraban 86 adultos solteros y
otras 82 personas que integraban grupos familiares. Las edades oscilan entre 3
meses y 74 años.
“Fueron hallados en buen estado de salud y ahora se encuentran en una
instalación de la Patrulla Fronteriza”, señaló la oficina migratoria.
Hasta le fecha más de 6 millones de nacionales han salido en busca
desesperada de mejores condiciones de vida ante la crisis económica, política y
social que vive el país, de acuerdo con los datos de la Agencia de Naciones
Unidas para los Refugiados (Acnur), que considera que Venezuela está en
grado de crisis humanitaria, contrario a lo que dice el gobierno, en el sentido
de que aquí todo el mundo está contento y que todo marcha mejor.
Eso ocurre cuando autoridades de México anuncian haber detenido en un solo
día a mil 608 migrantes, entre ellos 55 venezolanos.
El Instituto Nacional de Migración de México anunció por su parte haber
rescatado a todos estos migrantes en un container abandonado, con lo que se
habría evitado que fueran víctimas de delitos y violaciones a sus derechos
humanos durante su tránsito por territorio de este país.
“De ese total, 1 mil 398 son personas mayores, 424 mujeres y 974 hombres,
210 menores de edad -82 niñas y 128 varones, quienes quedaron bajo tutela y
protección del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), de
México, en la entidad en la que fueron rescatados”, precisó el organismo.
La mayoría de los migrantes son de Centro y Suramérica. 357 son de
Guatemala, 296 de Honduras, 195 de Colombia, 189 de Cuba, 113 de
Nicaragua, 96 de El Salvador, 60 de Perú, 56 de Brasil y 55 de Venezuela.
Las autoridades venezolanas, como en muchos otros casos, no han
manifestado qué responsabilidad tomarán en este sentido.
Los venezolanos están literalmente huyendo de su país y para ello basta un
ejemplo: el trabajador público mejor pagado en Venezuela no gana más de 25
dólares al mes, dice Fedeunep, la federación que agrupa a este sector.
Según Antonio Suárez, su presidente, los empleados públicos son el sector
más discriminado de la sociedad venezolana, un grupo que, si se le suma al de
los jubilados y pensionados del Seguro Social, alcanza los 8 millones de
personas.
Para él, el sector público no está precisamente de fiesta, como lo expresan los
altos jerarcas del régimen. “Aquí no ha habido mejoras; con trabajadoras y
trabajadores que ganan promedio menos 5 dólares al mes, en el mejor de los
casos, y que están en riesgo de enfermarse con la Covid-19, son razones
suficientes para que estos sean días de protesta”, señaló.
Suárez señala que hay una contradicción “por la necesidad de salir a reclamar
lo que nos merecemos” porque la situación es dramática, “pero a la vez hay
que cuidar a la familia, cuidarnos nosotros, porque sabes que no tienes
ninguna seguridad social para que te atiendan”.
Calcula que en el sector público hay unos 3 millones de trabajadores y
recuerda que la nómina aumentó por programas como “Chamba juvenil”,
aparte de que hay un millón de trabajadores jubilados. “Muchos se han ido,
especialmente los que tienen mayor formación, porque pueden competir”, y
por eso están afectados sectores como salud, educación e ingeniería”.
“Muchos trabajadores del sector público se han dedicado a emprendimientos
que no son emprendimientos, a ventas, a dar clases, comprando acá para
revender allá; esa es la verdad hoy del servidor público venezolano”, acotó. Se
suma a esto el aporte que puedan dar los hijos que están en el exterior, los de
la migración forzada, los jóvenes que se van del país en un hecho que no duda
en calificar “como pérdida para toda la nación”.
De otro lado está la educación, que salió raspada este año, como el anterior.
Para la a Asociación Civil para la Formación de la Dirigencia Sindical de
Venezuela (Fordisi), el Balance Educativo presentado por el gobierno, resultó
en una “raspazón absoluta”.
El organismo señaló que lo hecho por el Ministerio, tanto en la pandemia como
en el reinicio de clases, se debe a que no hay políticas educativas, sobre todo
en la educación pública, que presenta uno de los balances más pobres y
precarios que se hayan conocido.
Por su parte, Gricelda Sánchez, presidenta de Fordisi y secretaria de reclamos
de Sindicato Venezolano de Maestros, manifestó que siguen teniendo
profesores que han sido privados de libertad y perseguidos por tener una
posición crítica ante el gobierno.
“Ahora no solo condenan a los profesores a un salario de hambre, sino que
también son perseguidos, torturados y encarcelados por el único crimen que es
el de levantar la voz por los educadores de su región para exigir salarios
dignos”, señaló.
El editor.