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La tormentosa y perturbada por pandemia y crisis conomía carrera eleccionaria para elegir o reelegir el presidente de los Estados Unidos ya ha comenzado. los primeros votos se han emitido en las elecciones presidenciales de este año en dos pequeñas ciudades de Nueva Hampshire.
La elección se desarrollará mientras crece la emergencia por el coronavirus en el país, con tasas diarias récord de infección y con un número de muertes que se acerca a las 1.000 diarias.
La Casa Blanca organizará una fiesta en la noche de las elecciones con hasta 400 personas repartidas por todo el State Floor, incluido el Cross Hall, el East Room, el State Dining Room y los salones verde, azul y rojo, según dos fuentes familiarizadas con la planificación.
Todos los que asistan serán evaluados por covid, según una fuente, aunque la fuente no respondió cuando se le preguntó qué tipo de prueba se administraría.
El candidato presidencial demócrata Joe Biden parece tener una ligera ventaja en los estados críticos del Medio Oeste superior y en los estados industriales de los Grandes Lagos (Wisconsin, Michigan y Pensilvania) que Donald Trump ganó por un margen estrecho en 2016 y le entregaron la Casa Blanca. Los estados más competitivos del Cinturón del Sol (Florida, Carolina del Norte, Georgia y Arizona) siguen siendo estados verdaderos inciertos en los que Trump necesita ganar de nuevo. También necesita evitar que Biden reconstruya por completo ese «Muro Azul» en el Medio Oeste.
El camino de Trump hacia los 270 votos depende de que logre una participación explosiva el día de las elecciones que compense la ventaja que parece tener Biden en el récord de votación anticipada, por correo y en ausencia. En nuestra perspectiva final, Trump tiene 20 estados con un total de 125 votos electorales sólidamente en su recuento. Si agrega los 38 votos electorales de Texas que actualmente se inclinan hacia él, el presidente tiene 163 votos electorales.
