Vierne5./ Editorial
Mantener la claridad ante las maniobras de distorsión del régimen
En un momento de tanta confusión y ataque constante a la integridad democrática de Venezuela, el reciente llamado de María Corina Machado para mantener el foco en los objetivos democráticos es tanto necesario como oportuno. Este editorial se hace eco de esa necesidad imperiosa de permanecer alertas y orientados hacia la verdadera lucha que enfrenta nuestro país.
Desde el 28 de julio, la fecha de las últimas elecciones, hemos sido testigos de un sinfín de tácticas diseñadas para desviar la atención pública de la verdad: que Maduro y su régimen fueron claramente derrotados en las urnas. En lugar de aceptar la derrota y facilitar una transición ordenada, el régimen ha intensificado sus esfuerzos por distorsionar, desviar y destruir la voluntad popular.
Cada semana, el régimen de Maduro parece lanzar una nueva cortina de humo, un nuevo escándalo, intentando forzar a los venezolanos y a la comunidad internacional a «pasar la página» sobre los resultados electorales. Estos intentos de distracción tienen un propósito claro: hacer que el pueblo olvide la magnitud de su propia voz y poder y del monumental fraude.
El llamado de María Corina no solo es una petición de mantenernos enfocados sino también un recordatorio de la resiliencia y la perseverancia necesarias para sobrellevar y superar los retos impuestos por un régimen autoritario. Su liderazgo ofrece un faro de esperanza en un mar de tácticas autoritarias, recordándonos la importancia de no solo permanecer firmes sino también coherentes con nuestros principios democráticos.
La insistencia del régimen en negar lo evidente, en crear una realidad alternativa donde la derrota electoral se convierte en victoria, no debe desorientarnos. Debemos resistir la tentación de entretener las farsas y falsedades que buscan legitimar lo ilegítimo. La lucha por validar cada voto emitido el 28-J continúa siendo el núcleo de nuestra causa democrática.
A la serenidad, el coraje y la firmeza, debemos agregar la coherencia, la lealtad y el desprendimiento. Son estos valores los que solidificarán nuestras filas frente a un adversario que no se detiene ante nada para mantenerse en el poder. La batalla no es solo en las calles o en los tribunales, sino en cada conversación, cada publicación y cada foro en el que la verdad de Venezuela necesita ser defendida.
En conclusión, «no aflojar» debe ser más que una divisa; debe convertirse en el mantra diario de cada venezolano comprometido con la restauración de la democracia. No hay otro camino viable, ni otra opción que satisfaga el espíritu de nuestra lucha. Con María Corina y todos los líderes democráticos, debemos avanzar unidos, sin dar un paso atrás, hasta que la realidad de Venezuela refleje la voluntad de su pueblo.
Victor Julio Escalona.
Editor.