Vierne5 / El carnaval de Río de Janeiro batió este año su propio record, con la asistencia de cerca de 6 millones de visitantes nacionales y extranjeros que se han dado cita en esta ciudad, tal vez la más turística del Brasil, país que espera albergar al menos a 46 millones de personas en todas las localidades que celebran estas fiestas, las más cuantiosas del mundo.
Esto ocurre tras dos años consecutivos de aplazamiento por la pandemia del Covid.
Para esta festividad, una de las fiestas más grandes del mundo, el gobierno de Brasil espera haber recibido este año alrededor de 46 millones de personas en la totalidad de los tradicionales destinos de carnaval en todo el país, según cifras del Ministerio de Turismo.
El Carnaval de Río se celebra este año del 17 al 25 de febrero, rememorando los primeros desfiles que datan desde el siglo XIX, tras los cuales los carnavales se volvieron algo habitual en la ciudad.
Las fechas están ligadas al calendario de la Iglesia católica y se fijan en función de la Semana Santa, la Cuaresma y el Miércoles de Ceniza.
«El Carnaval de Río de Janeiro es el momento en que la ciudad estalla en una fiesta total de una semana de duración que no se puede describir con palabras y en este tiempo no escasean precisamente las fiestas callejeras. En cada esquina actúan los “blocos de rua” atrayendo a miles de visitantes con los hipnotizadores ritmos de la samba», señalaron los organizadores a CNN en español.
Solo para São Paulo, durante los días del carnaval se estima una audiencia de 15 millones de personas. Río de Janeiro espera atraer a más de cinco millones de visitantes durante estas fiestas, contra casi los 5 millones que se reunieron hace dos años, tanto en las calles como en el Sambódromo. Y otros cinco millones de personas tanto en Salvador de Bahía como en Belo Horizonte. En Recife, otra de las ciudades turísticas, se esperan unos dos millones de personas entre residentes y turistas, según el Ministerio de Turismo.
Las raíces del Carnaval de Rio están en las tradiciones católicas de Brasil, cuando se celebraron primer baile del Carnaval de Río en 1840 y los participantes bailaban polcas y valses, unas tradiciones muy distintas a la popular samba, que fue introducida en 1917.
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