El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sin aceptar aún su derrota, dijo que irá a un proceso de transición porque “seguirá siendo fiel a la Constitución”, en tanto nadie le ponía freno a centenares de camioneros que por su cuenta trancaron las vías en el país acusando de fraude los resultados electorale.
Bolsonaro no se pronunció sobre los resultados de los comicios, solo dijo -y sin aludir a Lula da Slva-, que promoverá los arreglos para una transición, con lo que dio a entender por lo menos que dejará el mando en calma y que completará la entrega de poder como dicta la ley de Brasil.
En apenas dos minutos frente a la prensa, Bolsonaro señaló que siempre le han etiquetado como antidemocrático. “A diferencia de mis acusadores, siempre jugué dentro de las líneas de la Constitución; nunca hablé de controlar los medios y las redes sociales”, señaló.
Dijo que sus sueños “están más vivos que nunca. Estamos por el orden y el progreso, y es un honor ser líder de millones de brasileños. Seguiré defendiendo la libertad económica y religiosa y los colores verde y amarillo de Brasil”, precisó.
Bolsonaro perdió las elecciones por una diferencia de 1,8 puntos frente a Luiz Inácio Lula da Silva, y hasta ahora, casi 60 horas después de confirmados los resultados, aún no se había pronunciado ni se le había visto en público desde la mañana del domingo, cuando votó en Río de Janeiro.
Luego de conocerse los resultados se han producido cientos de bloqueos en las carreteras de Brasil por parte de camioneros seguidores de Bolsonaro que gritan fraude.
Al respecto, el mandatario dijo que estos bloqueos «son el reflejo de la injusticia que se dio en las elecciones», pero criticó la forma en que se realizan las protestas, señalando que toda manifestación «será bienvenida, pero los métodos no pueden ser los de la izquierda, que siempre ha predicado por la invasión de propiedades y la destrucción del patrimonio».
Los camioneros de ultraderecha exigían una «intervención militar», que el mandatario rechazó en sus breves palabras.
El presidente aún en funciones había decidido recluirse en la residencia oficial, en Brasilia, a la que solo dejó para dirigirse al Palacio presidencial, pero sin hablar y desconectado de las redes sociales.
El Tribunal Electoral de Brasil ratificó el triunfo de Lula Da Silva.
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